A mediados de mes viajó a Washington el canciller cubano
quien izó el pabellón de su país en la sede de su embajada desocupada durante
más de 50 años. Igual misión cumplirá a mediados de agosto el secretario de
Estado de EEUU quien llevará su bandera a la vieja sede diplomática de ese país
en La Habana.
El acercamiento diplomático entre
ambos países, producto de las negociaciones entre los presidentes Castro y
Obama, se produce en una coyuntura internacional complicada. La lucha por la
hegemonía global se agudiza. Europa está en medio de una grave crisis. En
América latina, EEUU continúa interviniendo militarmente y socavando gobiernos
con anhelos de más autonomía.
Desde afuera, el reencuentro
entre EEUU y Cuba parece un choque entre una locomotora y una bicicleta. EEUU
tiene en su agenda el cambio de régimen en Cuba. A su vez, La Habana tiene como
objetivo abrir los canales comerciales bloqueados por Washington hace medio
siglo. A todas luces, son objetivos contradictorios. La pregunta es si ¿EEUU
abrirá un espacio para la colaboración?
La clase capitalista hegemónica
(la oligarquía financiera) norteamericana convenció al conjunto de la clase
dominante de EEUU que la Revolución cubana no colapsará como consecuencia del
fin de la experiencia soviética a fines del siglo pasado. También descubrió que
sólo una invasión de la isla puede acomodar sus intereses. Pero no una
intervención militar. Piensan en términos de una invasión de capitales - saturación
económica - que bien manejada puede desestabilizar la Revolución cubana.
Para Cuba llegó el momento de la
verdad. La Revolución sólo sobrevivirá si logra 'convivir' con el mundo
capitalista que literalmente la rodea. Diplomatícamente logró insertarse en
América latina. Mantiene relaciones económicas con Europa occidental y Canadá.
Ha logrado establecer puentes eficaces con China y Rusia. ¿Puede dar el paso hacia
EEUU? Los cubanos saben que Washington no se acerca con buenas intenciones.
¿Pero qué Estado capitalista ha mostrado en la historia de los últimos 250 años
'buenas intenciones'? El último presidente soviético, Mijail Gorbachov, y quien
fuera el líder reformista chino, Deng Xiaoping, son testigos. Cuba tiene esas
lecciones del pasado reciente para desarrollar una estrategia que evite los
errores de Moscú y no caiga en las medidas extremas de Pekín. No hay que
olvidarse que Cuba es una isla con 12 millones de habitantes. China y Rusia, en
cambio, son países continentes.
EEUU inicia en estos momentos un
período pre-electoral. La cuestión cubana será parte importante de los debates
dentro de los partidos y entre los partidos. Lo interesante es que la oligarquía
norteamericana (el capital financiero) y las fuerzas armadas están de acuerdo
con abrir un nuevo capítulo (o libro) en lo que se refiere a las relaciones con
Cuba.
En Cuba no hay presos políticos
como lo define el derecho internacional. Es decir, los privados de libertad en
Cuba que han cometido crímenes contra la sociedad, no son políticos. En EEUU,
en cambio, si hay miles de presos políticos, especialmente entre aquellos que
luchan por sus derechos civiles.
EEUU tiene un marco de referencia
global. Su preocupación central en esta coyuntura es la emergencia de China. No
sólo como potencia industrial. China se ha convertido, también, en un factor
competitivo en el mundo financiero con la creación del Banco Asiático y otras
iniciativas. Lo que más le preocupa a EEUU es el futuro y los avances militares
que realiza China que pueden dejar atrás a EEUU. Por otro lado, tiene un ojo
puesto sobre Alemania. El distanciamiento de Berlín frente a la crisis
ucraniana y el despliegue de sus alas imperialistas frente a la pequeña Grecia,
le envía claras señales a Washington.
Irán es una pieza clave en la
agenda norteamericana en el Medio Oriente, rico en petróleo, que EEUU ya no
necesita para satisfacer sus necesidades internas, pero que cree su ‘derecho’
controlar. Irán, paradójicamente, es la pieza que necesita Washington para
controlar a Arabia Saudita y al Estado de Israel. ¿Llegarán Tehrán y Washington
a un acuerdo que transcienda la cuestión nuclear? Es probable.
Si sumamos a Rusia a estos
movimientos geopolíticos, la situación se aprecia un poco mejor. El eje
euroasiático frente al pacto nor-atlántico parece estar definiéndose cada vez
con más claridad. Cuba puede maniobrar en estos caminos apretados y zigzagueantes
como ciclista experimentado. Su triunfo sobre la ‘locomotora’ (o imperialismo)
dependerá de la probada sabiduría de su pueblo en esta nueva coyuntura.
30 de julio de 2015.
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