En apretadas columnas marcharon los trabajadores en huelga legal de la Cervecería Nacional con destino a la Presidencia de la República el pasado lunes, 20 de julio. El presidente Varela nos los estaba esperando. Tampoco dio órdenes que representante alguno recibiera sus cartas con los pliegos que llevaban. Sin embargo, un sector entusiasta de la población de la capital los vitoreaba al pasar con sus banderas en alto por la avenida Central de la ciudad capital. El boicot de los grandes medios de comunicación, que parecieran doblegarse ante los millones de dólares de la trasnacional sudafricana SAB-Miller (dueña de la Cervecería Nacional), han evitado la publicación de noticias sobre las negociaciones y demandas de los trabajadores en huelga.
Los dueños de los medios panameños han intentado cubrir con
un velo impenetrable la huelga de más de 1,700 obreros. Los periodistas
estrellas que aparecen a diario en las pantallas de televisión se taparon la
boca para no soltar palabra alguna sobre el conflicto entre trabajadores
panameños y la trasnacional extranjera.
Curiosamente, los diarios, televisoras y radioemisoras del
expresidente Ricardo Martinelli si les daban espacio a las entrevistas que los
periodistas le hacían a los obreros. Algunos se preguntaban si el presidente
Varela consideraba la huelga de los trabajadores como un ataque a la industria
licorera del país. El presidente Varela tendría que solidarizarse con los
sudafricanos que tienen plantas industriales en 80 países en todo el mundo con
un capital invertido que supera con holgura varios miles de millones de
dólares.
El Movimiento Independiente de Refundación
Nacional (MIREN) expresó su decidido apoyo a los trabajadores de la Cervecería
Nacional que declararon la huelga legal a partir del 10 de julio de 2015. El
movimiento cuenta con el apoyo mayoritario y decidido de sus bases, como
también de organizaciones sindicales y populares, tanto nacionales como
internacionales. Según el comunicado del MIREN, “cada día son más las
organizaciones y personalidades que brindan su apoyo moral, solidario y
material a los trabajadores, que se enfrentan a una empresa, cuyo capital
extranjero pretende pisotear la dignidad nacional. La empresa trasnacional,
pretende imponer su cultura de discriminación y desprecio sobre sus
trabajadores. Como política, la trasnacional quiere imponer el terror y el
miedo, violar las leyes nacionales y desconocer los derechos de los
trabajadores”.
El Ministerio de Trabajo también se prestó a
las violaciones de la empresa regentada por sudafricanos y se acopló a la ‘ley
del silencio’ de los medios de comunicación, al no obligar a la Cervecería a
pagar la primera quincena de julio debidamente laborada.
Los trabajadores de la Cervecería tienen dos
sindicatos. Esta situación es producto de una anomalía creada por una reforma
al Código de Trabajo a fines de la década de 1990 para darle a los empresarios
la herramienta para dividir a los obreros. En este caso, sin embargo, el tiro
les salió por la culata. Los dos sindicatos se unieron para enfrentar a la
empresa.
Los dos sindicatos de los trabajadores de la
Cervecería Nacional exigen el pago de un salario digno, de acuerdo con el
Código de Trabajo. En la actualidad, los trabajadores reciben pagos por tareas,
que se fijan por debajo del salario mínimo legal. Igualmente, los trabajadores
piden que se respete su derecho legal a las primas por productividad. También
protestan por las condiciones laborales definidas por la empresa sudafricana,
dueña de la cervecería. Los camiones que salen a distribuir, antes, en
promedio, tenían un chofer y dos ayudantes para repartir casi mil cajas de
bebidas. La gerencia sudafricana ahora sólo asigna un ayudante por camión. La
situación actual afecta la salud de los trabajadores.
La (South African Brewery) SAB-Miller es la
segunda cervecería más grande del mundo, con presencia en 80 países y generando
ingresos cerca de los 30 mil millones de dólares al año. SAB-Miller también es
la embotelladora de Coca Cola más grande a escala global. En América latina
está presente en 7 países, incluyendo a Panamá. En 5 países africanos la
trasnacional arrastra demandas legales por evasión de impuestos.
El MIREN hizo un llamado a “todos los panameños y panameñas
para apoyar a los trabajadores en huelga y juntos vencer a los representantes
del modelo neoliberal y sus arbitrariedades y desmanes”. El
MIREN también se sumó a la marcha que convocaron los trabajadores
sindicalizados a la Presidencia de la República, el lunes pasado.
23
de julio de 2015.
Marcha
de los trabajadores de la Cervecería Nacional a lo largo de la avenida Central
de la ciudad de Panamá, el lunes, 20 de julio de 2015.
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