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El juicio contra el ex-presidente Ricardo Martinelli y las investigaciones de sus principales colaboradores acapararon la atención del panameño en 2015. Pero no pasó desapercibido el deterioro de la calidad de vida de quienes viven en las ciudades o en las áreas rurales. De igual manera, las estadísticas arrojan como balance de 2015 una tendencia creciente de la desigualdad social y económica entre los panameños.
Asimismo, los panameños están preocupados por el atraso
de los trabajos en la ampliación del
Canal de Panamá. También por el incremento del crimen organizado que se expresa
en todos los ámbitos de la vida.
Creó zozobra la criminalización de las protestas sociales y
la detención de estudiantes del Instituto Nacional que protestaban acusados de
actos de ‘terrorismo’. Gran preocupación genera también la corrupción heredada
de gobiernos anteriores que no puede erradicarse ni mitigarse.
Casi 50 juicios se han abierto contra el presidente Ricardo
Martinelli, varios de sus ministros y otros funcionarios de su período
gubernamental (2009-2014). Durante aquellos 5 años, Martinelli manejó
presupuestos nacionales que sumaron cerca de 90 mil millones de dólares. Se
calcula que aún están por justificarse la desaparición de unos 5 mil millones
de dólares. Martinelli se mudó a Miami, EEUU, a principios de 2015 y no ha
regresado al país. La Corte Suprema de Justicia lo declaró en rebeldía y ordenó
su detención.
Sectores políticos importantes del país han aplaudido la
aplicación de la justicia contra el ex mandatario. Sin embargo, también hay
muestras de descontento ya que el actual gobierno ha seguido las mismas pautas
de su predecesor. Las políticas económicas durante 2015 sólo favorecieron a los
sectores vinculados a la especulación financiera y a la banca. La tasa de
crecimiento del producto interno bruto de este año se calcula que será del 5.8
por ciento comparado al año anterior. Sin embargo, el sector financiero se
expandió en más del 10 por ciento. Los sectores agrícola y manufacturero
crecerán en un 0.5 y 2.0 por ciento, respectivamente.
La desigualdad a nivel macro económico se refleja en la
realidad social. El 10 por ciento de la población más rica del país concentra
casi el 40 por ciento de la riqueza. El período de Martinelli fue el que más
benefició a los poderosos en Panamá. Sin embargo, el actual gobierno no se
queda atrás.
En Coclesito una minera de origen sudafricano sigue
arrasando con el ambiente y contratando trabajadores extranjeros (un total de
700). En 2015 el gobierno intentó silenciar la huelga de los trabajadores de la
Cervecería Nacional (de otra trasnacional sudafricana).
El nuevo régimen político que se re-introdujo en Panamá,
después de la invasión militar norteamericana en 1989, colapsó a principios del
nuevo milenio. En 2015 muchos colegios y escuelas pasaron el año con
estructuras inoperantes. Muchos maestros y profesores se quedaron sin
nombramientos. Se calcula que este año la tasa de deserción llegó a un 30 por
ciento, cifra record. Todo esto a pesar de que el presupuesto para el sector
educación supera holgadamente los mil millones de dólares.
El sector salud aún no cuenta con los implementos necesarios
ni los recursos humanos para atender a la población. El gobierno de Martinelli
promovió una inversión de 700 millones de dólares para una Ciudad Hospitalaria.
El proyecto fue denunciado por sospechas de corrupción. En 2015 el actual
gobierno le cambió el nombre – Ciudad de la Salud – y todo siguió igual.
Un área que se creía libre de la corrupción – el Canal de
Panamá – en 2015 comenzó a mostrar grietas, tanto en las nuevas esclusas que
construye un consorcio extranjero de oscuros antecedentes, como en el manejo
administrativo de sus recursos. La mayoría de los sindicatos de la Autoridad
del Canal de Panamá (ACP) – que cuenta con una planilla de 9 mil trabajadores -
está protestando por el desgreño administrativo de la vía interoceánica. Quizás
lo más preocupante de la ACP es que en su junta directiva tiene personas que
son sospechosas de estar involucradas en actos de corrupción.
A pesar de las sospechas, no pueden ser encausadas por
supuestos tecnicismos, tolerados por las autoridades del Ministerio Público. El
crimen organizado en el país parece estar conquistando más terreno cada día. El
lavado de dinero y el tráfico de ilícitos siguen sin control, a pesar de la
construcción de la base militar (aéronaval) en Punta Coco y la decisión de
descartar los compromisos de neutralidad del país.
31 de diciembre de 2015.