EEUU, al igual que el resto de los países miembros de las
Naciones Unidas, contiene en su Constitución y sus leyes, salvaguardas para
proteger los derechos humanos de su población. Sin embargo, es común que sean
violadas en forma sistemática.
Al igual que en muchos otros países, los derechos humanos en
EEUU han sido politizados. Por ejemplo, si la violación de los derechos humanos
contribuye a la ‘seguridad nacional’ (es decir, a los intereses de los sectores
sociales dominantes) el gobierno norteamericano lo considera aceptable. Al
contrario, si la reivindicación de los derechos humanos por algún sector social
es considerado peligroso para la ‘seguridad nacional’ entonces ese grupo es
declarado ‘terrorista’.
Quizás el mejor ejemplo de la violación de los derechos
humanos en EEUU es el caso de la base militar de Guantánamo donde han pasado
miles de prisioneros de las guerras en el Medio Oriente sin ser acusados, mucho
menos condenados. Todos han pasado por torturas increíbles por períodos que
superan una década. Torturas documentadas y publicadas.
En la VII Cumbre de las Américas, que se celebrará en la
ciudad de Panamá entre el 10 y 11 de abril, se reunirán los jefes de gobierno
de por lo menos 26 países. Paralelo a la Cumbre, la OEA ha convocado a cuatro
reuniones. Una de estas girará en torno a los derechos humanos. EEUU anunció
que pretende politizar el evento financiando los viajes de provocadores cubanos
y venezolanos para generar disturbios que sus cadenas periodísticas difundirían
a escala global. Entre los cubanos, residentes en Miami, que vienen a Panamá,
varios son asociados de los terroristas que en la Cumbre Iberoamericana de
2001, realizada en la capital panameña, planearon atentar contra la vida de
Fidel Castro.
La Cancillería panameña ha
dicho que está tomando las medidas de seguridad para garantizar las vidas de
los presidentes que visitan la capital panameña. Incluso, ha solicitado asesoría
de los cuerpos especializados de Venezuela, Colombia y EEUU.
El presidente Barack Obama,
en contraste con sus homólogos latinoamericanos, llegará a la Cumbre de Panamá
con el peor historial en materia de derechos humanos. Sería oportuno que tanto
en las sesiones de los presidentes como en la cumbre paralela sobre esta
materia. se revisara el abuso constante de los derechos humanos de EEUU, tanto
contra su población como en el resto del mundo.
En 2013 la población
encarcelada en EEUU sumaba 2.3 millones de personas. La cifra más alta del
mundo. La mitad de los privados de libertad han cometido delitos
‘no-violentos’. En EEUU todavía se sigue imponiendo la pena de muerte en la
gran mayoría de los estados federales. Un estado aprobó en marzo utilizar el
pelotón de fusilamiento para aplicar la pena de muerte.
La justicia en EEUU tampoco reconoce los derechos humanos de
las llamadas minorías. La tasa de condenas y encarcelamientos según los
antecedentes étnicos es discriminatoria. Según las estadísticas, el 13 por
ciento de la población de EEUU es negra (de origen africano) pero el 31 por
ciento de la población encarcelada pertenece a esa etnia. Es común que en EEUU
se reprima a las protestas de los negros usando fuerza excesiva que incluye
armas de fuego y otros medios letales.
La juventud y los trabajadores extranjeros son los que
sufren más las violaciones a los derechos humanos. Los jóvenes son abusados y
los trabajadores súper-explotados. Además, son objeto de persecución judicial
siendo privados de su libertad y deportados. El año pasado, las autoridades
norteamericanas admitieron haber detenido a casi 70 mil niños en campos de
concentración insalubres y sin protección. Para no reconocer sus derechos
humanos, EEUU alega que los niños son una amenaza a la ‘seguridad nacional’ de
ese país.
En EEUU también se desconocen los derechos humanos de los
menores de edad que trabajan, especialmente en labores agrícolas. Los derechos de las mujeres también son
violadas sistemáticamente. Una de cada cinco mujeres son violadas en las
instituciones de educación superior.
Es oportuno que en la Cumbre de las Américas las violaciones
a los derechos humanos de los países latinoamericanos, invadidos por EEUU,
también sean revisados. Entre éstos se destacan Panamá, República Dominicana,
Granada, Nicaragua, Colombia y Perú. Tampoco deben olvidarse los golpes que
costaron miles de vidas coordinados por EEUU en Chile, Guatemala, Honduras,
Argentina y Paraguay. Aún más pertinente, la Cumbre debe exigir un fin a las
amenazas del presidente Obama contra Venezuela.
2
de abril de 2015.
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