Raúl y
Obama tuvieron una reunión privada y después ofrecieron juntos una conferencia
de prensa ‘informal’ en el marco de la Cumbre de las Américas. El interés
primordial de Cuba es que EEUU ponga fin al bloqueo económico contra la isla
mayor del Caribe que lleva más de medio siglo. EEUU considera que en pocos años
su economía puede favorecerse en forma significativa participando activamente
en el mercado cubano.
Un par de
horas más tarde, Obama tuvo un encuentro con el presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro. En la plenaria de la Cumbre de las Américas, Maduro le hizo un
gesto a Obama estrechando su mano ofreciendo el diálogo. El líder venezolano
subrayó que ese intercambio tenía que darse en el marco de la paz, consigna que
comparten todos los pueblos del continente.
Según los
organizadores de la Cumbre, se encontró consenso en torno a 25 resoluciones.
EEUU, sin embargo, rechazó otras tres propuestas, lo que impidió que la reunión
hemisférica culminara con una declaración. Entre las propuestas vetadas por
Washington se destacó la resistencia de EEUU para poner fin a su campaña de
desestabilización contra Venezuela que pone en peligro la paz regional.
Durante la
Cumbre la actitud irresponsable de EEUU se hizo patente en los encuentros
paralelos avalados por la OEA en la ciudad de Panamá. Agencias norteamericanas
acreditaron a cubano-norteamericanos de Miami en la mini-cumbre de la sociedad
civil que crearon conflictos con los delegados cubanos. Mucha preocupación
causó la presencia de un reconocido mercenario cubano-norteamericano con
antecedentes delictivos que llegó a la ciudad de Panamá. EEUU también apoyó a
los venezolanos opositores al gobierno de Caracas que organizaron varias
manifestaciones callejeras en la capital panameña.
Paralelo a
las reuniones gubernamentales, la Universidad de Panamá fue sede de la Cumbre
de los Pueblos, convocada por organizaciones sindicales y movimientos sociales
panameños. Cerca de 3 mil delegados de toda la región se dieron cita en las
conferencias y en un total de quince mesas de trabajo. La Declaración final
respaldó la proclamación de América Latina y el Caribe como zona de paz y libre
de colonialismo.
Al igual
que las delegaciones gubernamentales (exceptuando EEUU y Canadá) en la Cumbre
de las Américas, los delegados en la Cumbre de los Pueblos le dieron su apoyo a
Cuba y Venezuela por su defensa de políticas sociales y su solidaridad a escala
regional en el desarrollo y bienestar de los pueblos latinoamericanos. En la clausura
de la Cumbre popular intervinieron los presidentes Maduro y Correa, de
Venezuela y Ecuador, respectivamente.
En su intervención, el presidente
Correa se mostró preocupado que EEUU aún no ha aprobado ninguno de los 8
tratados sobre derechos humanos. Por otro lado,
EEUU es uno de sólo tres países que no ha ratificado la Convención
Interamericana contra la producción y el tráfico ilícito de armas de fuego y
explosivos. Igualmente, EEUU aun no ratifica el Tratado sobre el Comercio de
Armas de la ONU de 2013.
En la
actualidad, EEUU tiene más de 50 bases militares en América latina (sin incluir
a Puerto Rico). En la región sólo 5 países (Brasil, Venezuela, Ecuador,
Nicaragua y Bolivia) no tienen soldados norteamericanos cumpliendo misiones
militares dentro de sus fronteras. Incluso, Cuba cuenta con la base en la bahía
de Guantánamo donde EEUU tiene, además, un campo de concentración con
prisioneros musulmanes.
Para
Panamá, la experiencia de la séptima Cumbre de las Américas le hizo honor al
Congreso Anfictiónico convocado por Bolívar en 1826. Fue el primer esfuerzo por
unir a los países recién independizados de España. En 1956 la capital panameña
fue también sede de un encuentro de presidentes de la época. En 2001 la Cumbre
Iberoamericana trajo a Panamá al líder cubano Fidel Castro.
16 de abril de 2015.
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