El elemento que más se destaca en estos momentos son los
casos de corrupción que afectan a los altos funcionarios del gobierno anterior
que se ventilan en los corredores de las fiscalías. De igual manera, aumenta la
prepotencia entre los actuales políticos que dirigen la cosa pública. Fueron
miles de millones de dólares que se desviaron en el último quinquenio de los
hospitales, escuelas, servicios de seguridad social, agua, vivienda y muchas
otras áreas de los trabajadores del país. El crecimiento espectacular del
sector financiero de la ciudad de Panamá es el resultado directo de la
creciente pobreza de los barrios marginales y el abandono de las comunidades de
las capas medias.
Los empleos formales (decentes) se estancaron a fines del
siglo pasado. Ha crecido el empleo informal de trabajadores sin contrato o
seguro social. La nueva estructura ‘flexible’ del trabajo tiende a desintegrar
a la familia panameña. Como consecuencia, aparecen los niños sin orientación
paternal, las pandillas y el crimen organizado se fortalece. Igualmente, la
informalidad en el empleo debilita la organización de los trabajadores y los
sindicatos.
Esta situación la están analizando todos los obreros del
mundo. Panamá no es una excepción. Somos la regla. Sin embargo, la prosperidad
de los especuladores tiende a esconder esta realidad. Los diarios más importantes hablan de las
riquezas. Riquezas que no llegan a los hogares de las familias.
Según un reputado diario financiero de la meca mundial del
capital, Nueva York, “la economía mundial navega como nunca antes en la
abundancia, no sólo de materias primas, sino también de capital y mano de
obra”. Esta noticia debería ser objeto de celebración por parte de todos. Los
ricos porque podrán ser más ricos, los pobres porque podrán adquirir más bienes
para vivir mejor.
Sin embargo, el mismo diario aclara que el ‘exceso’ de
bienes (mercancías) tiende a complicar a la economía global. “Lo que estamos
viendo es un entorno de bajo crecimiento, baja inflación y bajas tasas” de
interés. ¿Cómo entiende el ciudadano a pié este lenguaje técnico y complicado?
Es imposible. Es una ‘jerga’ inventada para que sólo los entendidos lo puedan
interpretar.
Lo que quiere decir el técnico en artes ocultas es que la
economía capitalista mundial aún no logra salir de su parálisis. ¿Lo logrará
algún día? El capital sigue ocioso, sin producir ganancias. Los únicos
beneficiados son los especuladores que apuestan a futuro con el apoyo de los
gobiernos de la mayoría de los países. Si les va mal, los gobiernos controlados
por el sector financiero (los llamados países desarrollados) les lanzan un
salva-vidas de varios miles de millones de dólares. Si el salva-vidas no
funciona envían un regimiento armado hasta los dientes para poner fin al
régimen político que se opone al despojo de las riquezas de su país.
En los países desarrollados, la abundancia actual está
generando cada vez más pobreza. EEUU cuenta cada vez con más pobres y
trabajadores precarios. Las protestas se repiten a diario a lo largo y ancho de
ese país. La abundancia que celebra la prensa financiera no llega a la mesa de
las familias de los trabajadores. Hace décadas el crecimiento de la economía
mundial (los trabajadores del mundo) tiende a generar cada vez menos excedentes.
A fines de la primera década del siglo XXI, el modelo de crecimiento colapsó y
se hizo añicos cuando el sistema financiero (bancos) no soportó el peso de sus
propias especulaciones. La crisis dejó a millones de trabajadores sin empleo y
la gran mayoría que siguieron enganchados lo hacen en forma precaria con
sueldos que no pueden cubrir sus necesidades sociales básicas.
En el balance del 1º de Mayo, salta a la vista que la llamada
abundancia se concentra cada vez más en muy pocas manos. No llega a quienes
trabajan a cambio de un salario. En los medios de comunicación panameños se
celebra como los millonarios se convierten en multimillonarios y los
trabajadores se quedan sin empleo decente.
30 de abril de 2015.
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