Diversos altos funcionarios son objeto de indagatorias y
varios han recibido órdenes cautelares. Lo más preocupante es que hay indicios
que las estructuras que permitieron las prácticas de la administración que
presidiera Ricardo Martinelli (2009-2014) siguen vigentes. En el caso del PAN,
a fines de 2014 se repartieron entre los diputados de la República bonos por un
total de 1.5 millones de dólares (25 mil dólares cada uno). La CSS aún no pone
orden en sus finanzas y se perciben fugas mediante contratos de medicina y en
construcciones. El Ministerio de Educación anunció inversiones multimillonarias
en proyectos de construcción que no responden a plan alguno. El Ministerio de
Vivienda tiene mil millones de dólares en cartera para invertir en la ciudad de
Colón.
Mientras el presidente Juan C. Varela estaba en Davos,
Suiza, en Panamá, el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Dulcidio de la
Guardia, fue invitado al Foro 2015, donde presentó un resumen del Plan
Estratégico Quinquenal ante un selecto público representativo de la familia
empresarial panameña. La reunión fue aprovechada para presentar las
oportunidades de inversión en Panamá para empresarios nacionales y extranjeros.
Lo que debería ser un plan de inversiones para estimular el desarrollo
económico y social del país se convirtió en una ‘fiesta’ (una especie de
piñata) para el sector empresarial del país.
Para hacer la situación aún peor, salió a relucir que el
Plan no había sido confeccionado por el MEF o algún grupo de asesores
panameños. La propuesta que el gobierno nacional ha adoptado como propio es el
producto de una empresa consultora española. El futuro del país está quedando
en manos de criterios extraños a la realidad y necesidades del país. ¿No
existirá en Panamá el personal preparado para confeccionar un plan de
inversiones?
El MEF adjudicó a Epypsa, consultora con sede en Madrid,
España, “el desarrollo, ejecución y presentación del informe integral de
análisis y evaluación económico y social de Panamá 2014-2019”. La descripción
del trabajo la hace la misma empresa consultora. El gobierno panameño no ha
informado sobre este contrato. Sólo ha dicho que aún no puede presentar la
versión final, esperada según la Ley de Transparencia, a fines de diciembre de 2014.
Se supone que la empresa Epypsa presentará “la estrategia
económica y social, así como los programas de inversión para el próximo
quinquenio”. Panamá contempla invertir un poco más de 19 mil millones de
dólares en proyectos que, aparentemente, sólo beneficiará a los empresarios del
país y del extranjero.
Según la consultora, “Epypsa elaborará la estrategia
económica-social y la programación financiera quinquenal. También presentará el
Plan de Inversiones, la matriz anual de programación, el seguimiento y una
evaluación del Plan de Inversiones Públicas 2014-2019 y la guía metodológica de
preparación, discusión y validación de un Plan Estratégico de gobierno (PEG).
El Plan, según Epypsa, “evaluará Panamá
a partir de un ‘Diagnóstico País’.
En otras palabras, el plan de inversiones quedó en manos de
una consultora española. Epypsa en su
auto-presentación asegura que siempre busca “la excelencia y, sobre todo, la
generación de recursos eficaces y de gran valor añadido para nuestros
clientes”. La empresa se olvida que el gobierno panameño no tiene, según la
Constitución, como objetivo, la búsqueda de ‘valor añadido’. Al contrario, la
carta magna señala textualmente que el deber del gobierno es velar por el
bienestar de la población del país.
Hay que pedirle al gobierno que sea más responsable y que
prepare un plan quinquenal de inversiones que refleje las necesidades del país.
El presidente de Epypsa, Emiliano Sanz Cañada, no informó cuanto le está
pagando el gobierno panameño para preparar el plan que contempla la
distribución de 19 mil millones de dólares en un período de cinco años. Sabemos
que el ‘plan’ no beneficiará al pueblo panameño. Incluso, muy poco le tocará a
los sectores productivos del agro y de la industria.
29
de enero de 2015.
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